La mayor ilusión de Perola era
trabajar en un circo. El día que el circo llegó a su ciudad fue a hablar con el
director.
-Muéstranos lo que sabes
hacer- le dijo el director.
Ante todos los artistas del
circo, Perola pronunció unas palabras mágicas y quiso sacar de su chistera un
conejo, pero del sombrero salió una berenjena. Todos se rieron.
Luego quiso lanzar una vieja y
pesada llave que se mantuviese en el aire sin caer.
La llave le cayó en su pie y
soltó un aullido de dolor, el público volvió a reírse.
Después probó suerte lanzando
un tomate que cayó sobre la calva del domador y los artistas se rieron aún más.
- Ha sido muy divertido – le dijo
el director-. Pero no te puedo contratar. ¡Eres la peor maga del mundo!
- ¿Maga?-preguntó Perola- ¡Si
soy una payasa!
El director se quedó pensativo
y como sonriendo dijo:
- ¡Contratada! Eres una gran
payasa.
Las payasadas de Perola
☺ Un día, en el circo, Perola estaba muy
impaciente por la función.
-¡Se abren telones! – dice el
director.
Sale Perola
- Voy a volar.
-Y saltó, pero cayó de morros
contra el suelo.
TOMÉ
☺ - Ahora sacaré un grano de arena de mi
chistera.
Sacó un elefante que salió
corriendo, dejó sus huellas y Perola se tropezó con todas.
GUILLE
☺ El día que Perola hizo malabares con huevos, se le cayeron
en la cabeza del público.
-Perola, eres la mejor payasa del mundo.
Todos iban a verla hacer montones de payasadas.
HUGO
☺ Otro día Perola salió a hacer su número después
del domador y tropezó con el agujero que hizo un tigre.
Todo el mundo se echó a reír.
- ¡Jajaja! Perola también se
rio. Fue un gran número.
LIA
☺ En otra ocasión la payasa Perola le tiró al público unos
tomates ¡y debería ser al revés!
Todos se rieron.
- ¡Jajaja jejeje!
Y Perola sonrió, y también hizo que su gorro se llenara de
pollitos.
LAURA
☺ La gran payasada de Perola fue cuando lanzó un huevo al
aire y se le cayó en la cabeza.
Perola empezó a reírse a carcajadas. Así fue como trabajó en
el circo para siempre.
ANGELA
☺ Perola quería hacer nuevas payasadas y ensayó mucho, tanto
que al día siguiente estaba muy cansada. Cuando fue al circo e intentó hacer
sus nuevos números, no pudo. Se fue a su casa muy triste. Descansó, tomó sus
chuches favoritas y ya pudo hacer lo que quería.
NOE
☺ La payasada que rebotaba de risa.
Un día Perola estaba ensayando su payasada con camas
elásticas y entonces le dieron un susto que casi rebotaba en las camas.
El día de la actuación volvieron a darle un susto y empezó a
rebotar.
Al salir todo el público le dijo:
-¡Un gran espectáculo!